Tulipanes rosas
Todos los días Mariko arreglaba las plantas al abrir la florería. Las cuidaba, revisaba que estuvieran bien, cortaba las partes feas y les daba el debido riego y luz solar. El trabajo en la florería tardaba en arrancar, así que le daba tiempo a poner todo en orden. Miraba a través de la vidriera a la gente pasar. Desde hacía cuatro días había un hombre moreno que pasaba quedándose viendo las flores sin entrar. Tenía una mirada triste y melancólica. Mariko se preguntaba qué es lo que sucedía y siempre quedaba con ganas de salir y hablar con él. Le daba la sensación de que una soledad inmensa era acarreada en aquellos ojos azules.
Al quinto día, al abrir la florería, su primer cliente fue él. Mariko lo recibió con una sonrisa. Por primera vez no miraba los tulipanes rosas de la entrada, simplemente, entraba y saludaba con algo de duda en su voz, como si fuera en contra de él mismo al entrar.
—Quisiera un arreglo, pero… no sé qué flores debería llevar —dijo Rei finalmente, tras ver todas las plantas y flores que había tanto alrededor suyo como detrás de Mariko.
Ella le sonrió con amabilidad y curioseó un poco más para saber cómo armar su pedido.
—¿Cuál es la ocasión? ¿Una novia? —preguntó recordando su vista en los tulipanes. Quizá había sido muy atrevido de su parte preguntarlo. Afortunadamente, él no se lo tomó a mal, sonriéndole y encogiéndose de hombros.
—No, son para unos amigos.
Era curiosa la respuesta, pero ella no quiso indagar más al ver cómo él apretaba los labios y luego, torcía una mueca de medio lado. Con el tiempo, ella se había acostumbrado a leer a las personas no sólo por lo que decían, desde un gesto hasta cómo empleaban las palabras podría ser algo que le diera una pista para tener más claro cómo contentar a sus clientes.
Rei iba a visitar la tumba de Hiro. Siempre llevaba incienso y la limpiaba, pero su tumba tanto como la de sus amigos solían estar muy vacías. Él parecía ser el único que había quedado para recordarlos y pensó que las flores podían servir para honrar su memoria de alguna otra manera. Pero era difícil considerando que él jamás estuvo para aprender sobre esos gestos. Pero al menos, quería hacer el intento. Lo cierto es que Rei se había cansado de derramar lágrimas y tuvo que encontrar la fuerza para continuar y hallar justicia para todos. Si algo había aprendido en la vida era a no quedarse en el suelo una vez se caía. No, siempre había que levantarse, aunque con el tiempo, había descubierto que costaba más y no precisamente por los años sino por el corazón. ¿Cómo aligerarlo? A veces creía que conservar los buenos recuerdos era suficiente, otras veces, no sabía, pero ahí estaba, en un limbo que no sabía bien cómo manejar.
Suspiró y volvió a concentrarse en las flores. Observó a Mariko moverse por la tienda y trajo una maceta con flores azules.
—¿Qué le parecen estas?
Rei no se sintió muy convencido por ello. Mariko vio su gesto antes de que dijera nada y fue a buscar otra maceta. Era la misma flor, pero en color violeta.
—Son gladiolos —le contó ella— son ideales para demostrar cuánto aprecio le tienes a alguien.
La expresión de Rei cambió a una de sorpresa y se animó a rozar con los dedos el tallo de la flor.
—Las flores tienen un significado ¿no es así? —preguntó recordando haber escuchado algo como eso. No sabía en donde, lo cierto es que estaba algo difuso en su memoria. Nunca había sido importante en su trabajo aprenderlo, pero ahora parecía un buen momento para curiosear sobre ello.
Mariko pareció mucho más alegre de oírlo hablar sobre eso.
—¡Sí! Las flores son capaces de dejar un mensaje a quien las recibe. Cada una tiene un significado especial. Antes se lo usaba para enviar mensajes de manera discreta —le contó y alineó ambas macetas sobre el mostrador— ¿Hay algo en particular que desee decir?
Hubo un momento de silencio mientras Rei tomaba su mentón de manera pensativa. ¿Qué es lo que quería decir?
Mariko esperó con paciencia a que le dijera qué es lo que deseaba transmitir con las flores. Sabía bien que un regalo debía ser pensado con detenimiento y realmente, no le molestaba ser ella quien guiara a sus clientes a elegir exactamente lo que querían. Lo más bonito de terminar un arreglo, era ver la cara de satisfacción que tenían al verlo y eso era más que suficiente para ella.
—Admiración.
Ella abrió los ojos y ladeó la cabeza como si la palabra la hubiera tomado por sorpresa. Y luego, se movió rápido y con destreza entre las macetas llevando una de flor de color morado intenso y fragancia suave y acogedora.
—Son orquídeas. No hay una flor que exprese tan bien esa emoción como ésta —le dijo dejando que viera la planta que crecía de una manera muy peculiar: formando un arco. El morado de las hojas era más intenso en una de ellas, que era más grande que los otros pares de pétalos.
Rei se decidió por ella. Pensó darle tiempo a Mariko para que pudiera preparar el ramo, pero ella aseguró que podía tenerlo en poco rato. La vio cortar con destreza los tallos y acomodarlos dentro del ramo, agregando algunas hojas y plantas más pequeñas para darle un detalle y armar el ramo con más delicadeza y armonía.
Desde entonces, Rei iba a comprar un ramo de orquídeas moradas cada vez que tenía que visitar a sus amigos y llevarle flores a sus tumbas.
Fue la cuarta vez que entró al local de Mariko que hubo algo diferente. Ahora, ya se conocían un poco más, incluso, sabían su nombre. Rei se sentía un poco más cómodo y podía entablar un poco más de conversación con ella. No era fácil siendo un miembro de la policía secreta. Era fácil caer en temas que no debían ser contados. Sin embargo, se sentía con confianza como para hablar con ella.
—Sólo en tu tienda veo esas flores —le dijo señalando los tulipanes. Mariko siempre lo veía observarlo, pero no pensaba que fuera por ese detalle.
—Los tulipanes son de primavera —le contó mientras preparaba su ramo— pero si sabes cuidarlos, puedes tener flores todo el año —sonrió agregando un lazo al ramo y dejándolo listo para entregarlo.
Luego de terminar, ella se fue hacia la vitrina y cortó uno de los tulipanes. Lo sostuvo entre sus dedos y miró el matiz de sus colores y la textura de sus pétalos, acercándose a Rei una vez más.
—Es una de las flores más caras, tienes buen ojo —le dijo con una sonrisa, ella también creía tenerlo y estaba a punto de hacer algo que ni ella misma se esperaba—. Quizá un día podamos ir a tomar un café y hablar un poco más de ello —le extendió el tulipán con una sonrisa radiante. Pasara lo que pasara, ella estaba feliz de haberlo hecho.
A Rei lo tomó por sorpresa la invitación y tardó en reaccionar al verla regalarle la flor. Pero la aceptó de buena gana y con una sonrisa. ¿Qué debía hacer? Su trabajo no daba lugar a su vida privada, especialmente mientras estaba con la organización, pero… era sólo un inofensivo café ¿qué más podría pasar.
—Me gustaría.
Él recogió el ramo y atesoró el tulipán en sus dedos, con la promesa de volver por esa cita ¿Acababa de pensar en una cita? Se detuvo, pero decidió no darle importancia mientras ella lo despedía con una sonrisa.
Luego le preguntaría qué significaba la flor que le acababa de regalar.
Mariko arregló las plantas una vez más. Un tulipán rosa significaba felicidad y honestidad, pureza y elegancia. Lo que él no sabía y lo que ella en algún momento se lo confesaría… es que el tulipán, sin importar el color, siempre era una declaración de amor.
¡Hola, hola, gente linda! ¿Cómo están? Mi primer aporte a la Detective Conan Week, al menos, en fics. He venido subiendo puro fanart y tengo otros tantos por ahí también, pero seguro se viene algo angst en estos días. Hay una idea que me está rondando la cabeza y no voy a estar tranquila hasta escribirla.
Prompt del día 3: Lágrimas
Realmente, este fic lo tenía planeado desde hace mucho tiempo, pero hasta ahora logro darle forma y escribirlo. La verdad es que Mariko es quién dio el primer paso con Rei. Me gusta, porque a pesar de su carácter tranquilo y el temple que tiene, siento que a Rei le habría costado más dejar que entrara en su vida XD pero pasito a pasito, aquí está, en un punto donde ya no se la puede sacar de la cabeza ewe
Amo su relación toda bonita y viene tan bien que ganas no me faltan de meterle un poco de acción XD pero me prometí a mí misma que iba a hacer al menos, estos fics tranquilitos y le iba a dar un poco de paz a Rei de una u otra forma. Espero que lo disfruten y no echen en falta los casos y cosas raras que pasan en Conan (?)
Espero que el fanart también les haya gustado. Salió rapidito porque tenía que cumplir con el reto y no quería que faltara. Ya luego veré de hacerlo más bonito y detallado ;)
¡Un abrazo!
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