Diez besos: La máscara de tu corazón
La máscara de tu corazón |
Al verlo atravesar la calle, corrió tras él y se le colgó del brazo con una sonrisa radiante en su rostro. Kakashi respiró profundo. Guardar las apariencias y mantenerse tranquilo era algo que venía practicando hacía mucho como para exaltarse por algo así.
—¡Kakashi-kun! Vamos a almorzar ¿Sí? Hace días que andas de alma en pena.
Fuyuki lo jaló del brazo con ánimos, algo que al ANBU no le simpatizaba demasiado. Gai era igual de intenso con él, queriendo que se integrara al grupo o haciendo algunas cosas ridículas como los retos que le proponía.
Fuyuki era mucho más descarada para sus propuestas y era mucho más difícil sacársela de encima.
—Hoy no.
—¡Ah, no! Llevas toda la bendita semana rechazándome. Hoy sí —dijo ella firme, con las manos en la cintura y una autoridad que nadie ejercía con él. Quería decir que había otra persona que se impusiera así, lo cierto es que no había.
La mirada vacía de Kakashi se centró en el monumento de los Hokage mientras ella le hablaba cuando de repente, sintió tirón de su ropa que lo dejó encorvado, a la altura de ella, aprovechando eso para tomar el rostro de él entre sus manos y que le mantuviera la mirada.
Kakashi quiso huir al ver la tristeza reflejada en los ojos anaranjados de ella. El fuego que veía arder en ellos con tanta pasión estaba apagado y era por él. Deseaba que todos lo olvidaran, de verdad, Kakashi deseaba que dejaran de acercársele e insistir en permanecer a su lado, sólo así su maldición no los alcanzaría.
—¡Vamos! Sé de un lugar que te encantará. No puedes huir siempre de socializar —le dijo ella volviendo a darle un jalón del brazo.
Kakashi suspiró. No podía hacerlo, pero siempre podía intentarlo y eso, era lo que pretendía. Sin embargo, para suerte de Kakashi y desgracia de Fuyuki, el Hokage lo llamó y su almuerzo quedó en nada. Podría haber quedado así nomás, pero Fuyuki no tenía intenciones de rendirse, gritándole que en la noche iba a ir a su casa a cenar con él.
******
Casi apenas salir de su casa, se largó a llover, teniendo que volver para buscar un paraguas. Fuyuki salió de compras, tal y como le había prometido, iba a cenar con Kakashi sin importar si estuviera de acuerdo o no. Tanto ella como Gai estaban convencidos de que cuánto más se aislara de los demás, más difícil sería sacarlo de ahí. Y no quería que Kakashi se volviera así. No quería volver a escuchar que lo llamaban “el sangre fría” por su falta de compasión y piedad a la hora de cumplir sus misiones. Y su única forma de tener contacto con él era con lo poco que podía hacer como salir a comer con él. El ninja no era muy dado de por sí a esas reuniones, así que tenía que ir por lo poco en lo que podía convencerlo.
No obstante, al llegar a su casa, no lo vio. Fuyuki ingresó en la vivienda y dejó los víveres que compró antes y revisó la vivienda. No encontró rastros de que él hubiera llegado a su casa y antes de pensar que iba a volver, imaginó que, si tenía que salir de misión, al único lugar al que iría sería a la piedra de los héroes.
Volvió a agarrar su paraguas y salió en su búsqueda. No iba a dejarlo solo.
******
—¿Sabes? Hablar con los vivos es más efectivo —dijo estirando su brazo y cubriéndolo con su paraguas.
Kakashi miró a Fuyuki por el rabillo del ojo y siguió mirando la piedra.
Permaneció en silencio.
—Puedes hablar conmigo. Yo sí te responderé —se arrimó un poco más a él.
Kakashi no pensaba igual. Era más fácil que no respondieran; que siguieran en silencio; que se quedarán ahí. Ya estaban muertos, ya no era capaz de perderlos de nuevo y lo prefería así a volver a enfrentar ese dolor.
Si establecía lazos de nuevo, iba a perderlos y no estaba listo para soportar ello. Prefería seguir hablando con los muertos y que su maldición no se extendiera a alguien más: era su forma de protegerlos. Eventualmente, terminaban muriendo por estar cerca suyo y si el precio de conservar su vida era vivir solo, estaría dispuesto a pagar el precio.
—Vamos, hace frío y estás empapado. Te vas a resfriar —Fuyuki tomó su mano y lo jaló con suavidad. Él, hizo un amague por soltarse y terminaron forcejeando entre ambos. Para su mala suerte, cuando Fuyuki jaló al ninja con toda su fuerza, resbaló y cayó con él al suelo lodoso.
El paraguas rodó lejos y además de sus respiraciones, el murmullo de la lluvia era el único sonido frente a la piedra de los héroes.
—¿Por qué insistes? Tienes sueños, debes cumplirlos —dijo Kakashi.
—Los cumpliré a su debido tiempo. Pero no puedo ser la mejor maga del mundo si mi magia no te alcanza.
—La magia no exis…
Fuyuki tomó entre sus manos el rostro de Kakashi mientras él la revisaba con la mirada y negaba cualquier poder que no tuviera que ver con las artes ninjas al tiempo que ella se erguía levemente y le daba un beso por encima de su máscara. Sus labios estaban fríos, podía sentirlos a través de la tela que los separaba de los de ella.
—¿Lo ves? Eso es magia —le sonrió cerrando los ojos con una expresión tan feliz que se había olvidado que había caído en un charco de barro.
Las emociones sacudieron a Kakashi. Era humano después de todo. Por mucho que intentara ser el ninja sin sentimientos del campo de batalla, no podía. Se levantó y se sentó en el suelo, ya estaba sucio, no importaría ensuciarse un poco más.
El ninja se frotó la frente mientras Fuyuki se levantaba y se ponía de cuclillas frente a él.
—Te quiero, Kakashi-kun.
—No soy tu novio, no me llames así.
—Eres tú la única razón por la que no somos novios. Ya debes admitir que te gusto.
—No —él miró para otro lado.
—Y eso es un sí —comentó feliz. Él estuvo a punto de interrumpirla y negar cualquier cosa que dijera cuando ella lo abrazó— no importa cuánto, esperaré a que te aclares y puedas responder a mis sentimientos.
—¿Y si eso nunca pasa?
Fuyuki se separó de él y volvió a besarlo y esta vez, sintió a Kakashi corresponderle. La atrajo por la cintura y al separarse, la expresión de triunfo que tenía la mujer era de no creerse.
Ella creía tenerlo en sus manos y Kakashi se negaba a aceptar que tenía toda la razón.
—Vamos, prepararé una sopa mientras te das un baño.
—Moriré si pruebo tu comida de nuevo —dijo él con el rostro azul de sólo pensar en la mujer en la cocina.
—Yo cocino y tú te bañas.
—O nos damos un baño juntos —sugirió ella entornando las cejas y la vergüenza lo pudo más, sonrojado, tapándose lo poco que se veía de su cara con la mano.
Fuyuki agarró su brazo entre los suyos y caminó a su lado. Estaba seguro de que no importaba cuánto tardará, ella lo amaba y estaba segura de un día ganar su corazón. Hoy daba el primer paso, su pequeño éxito la motivaba aún más. Ella vencería su oscuridad y le haría darse cuenta de que también, merecía ser feliz.
Segundo beso
Reto: Primer beso
¡Hola, mis queridos soñadores! ¿Cómo están? Otro reto que tenía en el tintero desde el año pasado. Este lo he estado publicando en Facebook, pero aquí, en el blog quería subirlo con dibujos ¡Y terminé el primero! Fue difícil, el día gris, la lluvia ¡el maldito paraguas! Lo dibujé varias veces y esta fue la que mejor me salió. Será terminar de hacer esto y ponerme a practicar con el dibujo de los paraguas ¡Nunca pensé que me iba a costar tanto una cosita así!
Les cuento que este fic es parte de un reto de diez besos. Había que escribir una historia con un tipo de beso diferente en el orden que se iban dando ¡y este es el primero! Prepárense que faltan nueve más.
Espero que hayan disfrutado el one-shot.
¡Un abrazo!
Etiqueta
Dibujo
,
Diez besos
,
El cielo a mi favor
,
Fanart
,
Fanfics
,
Naruto
,
Retos de escritura
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Usamos cookies propias y de terceros para ayudarte en tu navegación. Si continuas navegando consideramos que aceptas el uso de cookies.
Aceptar
Más información
Adoro a Guyoki genial relato te mando un beso
ResponderBorrarFuyuki es un amor y me parece de lo más tierna su relación <3
BorrarGracias por leer.
¡Un besito!
Ay, que fanfic más lindo. Me causó mucha ternura el final y, ¡tremenda emoción leer que faltan 9 besos! Ya me entró toda la curiosidad. Los estaré esperando. 🤭
ResponderBorrarQue tengas un bonito miércoles. 💕
Un abrazo~
Espero poder terminar los dibujos en estos días, así voy subiéndolos de a poco, que es lo único que me falta.
BorrarMe alegra que te haya gustado.
¡Un abrazo!