Mundial de escritura: Infierno
Infierno |
Había algo aterrador en aquella isla que llamaba la atención de todos. En ella, existía una prisión con los criminales más peligrosos y aterradores de la historia, ellos cumplían condena en aquella solitaria prisión, lejos del mundo y de todo lo que los rodeaba. Hasta ahí, podría ser un lugar como cualquier otro, sin embargo, en aquella prisión no había guardias ¡no hacía falta! las fuerzas llegaban a la isla, dejaban a los criminales en la prisión y cuatro veces al mes, llegaba un bote con suministros. No había más movimiento ahí.
Los presos no eran controlados por nadie al salir, las puertas podrían quedar abiertas en ocasiones, pero nadie salía. Nadie se atrevía a desafiar a lo que había afuera de la prisión que era mucho más grave y aterrador que el encierro.
Los recién llegados eran bastante incrédulos, alguno que otro sucumbía al deseo de escapar y volver a la civilización y servía de lección para todos los que tenían algún deseo de escapar. Nadie se los decía cuando los hacían cruzar aquel océano, pero lo sabían sin que nadie se los dijera: huir era imposible. Habían llegado ahí para morir, con suerte, podrían servir de utilidad a algún experimento para la ciencia. Algunos preferían sufrir las torturas de los científicos que soportar un día más consumidos por el miedo. Entre las cuatro paredes, el sonido tan estresante fuera de unos pies que se arrastraban el terror de que pudiera entrar ¿por qué?
—Esto fue creado —contaba uno de los prisioneros más viejos del lugar— es parte de un experimento que salió mal y fue abandonado en la isla.
—¡Mentira! —interrumpía otro recluso— es obra de la naturaleza y es mucho más aterrador que cualquier cosa que el hombre haya creado hasta ahora.
El silencio reinaba cuando las historias de lo que había fuera comenzaban, hasta se podía escuchar a uno que otro tragar saliva bajo la fachada de algún rudo y temerario, ninguno se atrevía a desafiarse a sí mismo y superar a la bestia.
—Sea como sea —dijo el primero retomando su historia— nos acecha, sabe que debe venir por nosotros, sabe que somos los únicos que podemos ser su alimento, así que nos espera afuera; espera que asomemos la cabeza para arrancárnosla con las fauces podridas y llenas de sangre y vísceras. Unos dientes amarillos y afilados rompen la piel y truenan los huesos y no importa cuántos intenten detenerlos, no existe número de personas que sea capaz de distraerlo. Como sombras, su cuerpo se expande y atrapa a todas sus víctimas, una por una y mientras come, las hace sufrir: disfruta de los gritos de dolor, disfruta de la muerte y de ver retorcerse en su cuerpo a sus presas hasta que sus ojos quedan abiertos, sin vida y el cuerpo flácido que reclama la muerte.
—¡Sólo estamos a salvo aquí! —gritó el recluso anterior. Él apenas llegar, vio como sus compañeros habían sufrido ese mismo destino intentando escapar, desde entonces, él era el primero en advertir de los peligros que acechaban afuera.
La prisión abandonada, lejos de todo donde los prisioneros no podían escapar a pesar de que podían salir. Una bestia los resguardaba, lejos del mundo, ignorando el común de la gente que están ahí condenados a ese destino de sentir el miedo en carne propia, de pasar por lo mismo que sus víctimas viendo a la muerte reírseles en la cara.
¡Hola, soñadores! ¿Cómo están? Espero que de maravillas. Les traigo un nuevo día del mundial de escritura. Esta fue una de las peores, pero de las peores consignas de todo el mundial. Gente seria hablante de libros de autoayuda parece el comienzo de un pésimo chiste. No seguí la consigna, no había forma de tomar en serio una consigna como esta porque debía partir de tenerle algún respeto al pseudo "género" de la autoayuda.
Tenía esta idea en pendiente, así que aproveché a darle forma para el mundial. Por suerte, en mi equipo en ese entonces no importaba ya sumar puntos o no xD
Espero que lo hayan disfrutado.
¡Un abrazo!
Me encanta tu versión del infierno . Te mando un beso y genial escrito.
ResponderBorrarEs cuánto menos, peculiar. Que bien que lo hayas disfrutado.
Borrar¡Un abrazo!
Ha sido terrorífico! Muy bueno!
ResponderBorrar¡Muchas gracias! ¡Un abrazo!
BorrarMe ha gustado tu relato, me encanta esa prisión. Todo aquél que es capaz de hacer cosas horribles a sus semejantes se merece lo mismo. Que sufran en vida. Sus víctimas la perdieern en sus manos.
ResponderBorrarSaludos
Coincido contigo hasta lo último. Sus víctimas sufrieron, así que ellos también.
Borrar¡Un abrazo!
Hola Roxana!
ResponderBorrarMuy buen texto el tema del infierno suele ser algo tétrico y creo que lo has descrito de una forma muy interesante :D
Cada uno tiene su propio infierno. Me alegra que te haya gustado esta versión.
Borrar¡Un abrazo!
Qué genial que te gustara.
ResponderBorrar¡Un abrazo!